La sonda espacial Voyager fue lanzada en 1977, durante décadas ha transmitido datos a la NASA y es actualmente el dispositivo humano más lejano a nuestro planeta. Tiene algo así como 24 mil millones de kilómetros recorridos y sigue su viaje al centro de la galaxia a unos 15 kilómetros por segundo. Cuando se la lanzó su objetivo era obtener información de Jupiter, Saturno, Urano y Neptuno. La tarea fu completada e 1989. Desde entonces, todos los datos recabados han sido extras bienvenidos.
Datos corruptos
Lamentablemente hace unos meses la sonda comenzó a enviar datos sin sentido. Muchos temieron lo peor. Los años de trabajo por fin se hacían sentir a pleno. Sin embargo, el trabajo de los ingenieros de la agencia espacial ha demostrado ser efectivo y conseguido que el dispositivo volviera a brindar información coherente. Por el momento solo son los números de su estado de salud, pero se espera poder recuperar el funcionamiento de su instrumental científico pronto.
El problema y la solución
La NASA ha responsabilizado a un chip corrupto por el mal funcionamiento de la sonda. Habría impedido el acceso de la computadora a una parte vital del código del software utilizado para la transmisión de los paquetes de datos a la Tierra. Los ingeniero no entendían del todo lo que estaba pasando, pero sabían que la Voyager estaba recibiendo sus comandos y trabajando de forma normal.
Entonces decidieron cambiar el código que podía estar afectado a diferentes lugares de la memoria de la computadora de la sonda. Esta decisión probó ser acertada.
En un mundo donde en ocasiones encontrar un servicio técnico que te solucione un problema es casi imposible, los ingenieros de la NASA arreglando un dispositivo con más de 4 décadas de antigüedad, a miles de millones de kilómetros de distancia, son verdaderos superhéroes.
