Si Microsoft pudiera elegir todos los usuarios estarían utilizando la última versión de su sistema operativo. Claro que esto es imposible, porque obligaría a un cambio masivo en hardware. Y lo cierto es que las actualizaciones siempre han sido lentas, porque muchos usuarios encuentran sus necesidades satisfechas con la versión de Windows que han utilizado desde hace años y no ven la necesidad de cambiar.
Según Statcounter Windows 11 ha alcanzado una cuota de participación dentro del ecosistema Windows del 16,13%. Un poco más del 15,45% registrado en octubre.
Una buena parte de esta ganancia puede haber sido conseguida a expensas de Windows 10, que sin embargo sigue siendo la opción dominante. En octubre tenía una participación del 71,26%, en noviembre llegó al 69,75%.
Como el lector observará los movimientos son lentos.
Un crecimiento curioso
Algo más curioso es el hecho de que Windows 7 pasó de un 9,62% a un 10,25%. Windows 8.1 pasó de un 2,53% a un 3,27%. Incluso Windows XP ha logrado mejorar su 0,39% con un 0,40%.
Una parte de estos cambios puede ser simplemente una cuestión de margen de error.
Statcounter utiliza datos de usuarios recabados por los sitios webs que estos visitan. Las estadísticas resultantes son buenos indicadores de los sistemas operativos detrás de la actividad de navegación y, por extensión, del uso de los sistema operativos.
