Spotify ha decidido dar fin a sus operaciones en Uruguay por un cambio legislativo que, la empresa argumenta, la hará pagar dos veces por la reproducción de las canciones. Los usuarios ya han sido notificados. Las suscripciones dejarán de funcionar el 1 de enero y el 1 de febrero la plataforma ya no será accesible.
La ley
Hace poco el el congreso de Uruguay aprobó una ley que le permite a los artistas reclamar directamente a las plataformas por la retribución por la reproducción de sus obras.
El cambio fue realizado a partir de un pedido de la Sociedad Uruguaya de Intérpretes, que apuntó que este cambio era necesario para una mejor distribución de lo producido. La legislación, señaló la organización, le permitirá negociar mejor los porcentajes que les corresponden.
La distribución
Los artistas tienen buenas razones para señalar que la distribución es desigual. Pero los detalles, como veremos luego, son importantes. Spotify se queda con el 30% de lo producido por lo temas, el 70% restante queda en manos de los titulares de los derechos de autor. En una gran cantidad de ocasiones los titulares son las discográficas. Estas son las encargadas de distribuir lo que les ha llegado. En esta instancia no interviene Spotify. Lo que le llega a los artistas es una muy pequeña parte.
El problema
El problema con esta solución es que no modifica el esquema actual. Spotify sigue teniendo que pagar a las discográficas y las discográficas siguen teniendo el derecho a distribuir los ingresos como hayan dispuesto en sus contratos. Los artistas siguen recibiendo centavos por esta vía.
En cambio se agrega una instancia adicional, que presiona sobre la plataforma. Que es en realidad la que recibe una proporción menor de los ingresos y ahora puede verse obligada a pagar dos veces por cada tema.
Spotify apuntó que el gobierno debería aclarar que los extras deberían ser pagados por las discográficas y las editoras. De otro modo el negocio de Spotify se vuelve insostenible.
La empresa también aclaró que actualmente el servicio en Uruguay, a pesar de sus popularidad, no genera ganancias.
