El miércoles pasado Twitch realizó una serie de cambios en su política sobre contenido sexual. La idea, según explicaba la empresa, era simplificar las reglas y ser más consistente en los criterios implementados. Se esperaba que de esta manera las normas fueran más sencillas de entender e imponer. El trabajo de monitoreo y moderación no es nada sencillo.
Al mismo tiempo una importante cantidad de restricciones fueron eliminadas, permitiendo una mayor nivel de contenido adulto. En la mayoría de los casos se apuntaba al desnudo ficticio y la actividad artística.
Esperanzas y resultados
Existen grandes obras de arte que exaltan la belleza del cuerpo humano desnudo. Pero si Twitch esperaba obtener algo similar a un estudio del renacimiento, pronto descubrió que la realidad del medio era otra.
Una buena cantidad de usuarios cruzaron los nuevos límites y produjeron material más cercano a la pornografía que a cualquier expresión artística. Twitch se apuró a eliminarlos. Otra buena parte de los creadores de contenido produjo material que no era el que la empresa esperaba, pero se encontraba dentro de las nuevas reglas. Muchos de ellos fueron suspendidos en medio del pánico.
Por otro lado la recepción en general de los cambios y sus resultados dentro de la comunidad no fue tan positiva como Twitch esperaba. Las expresiones de preocupación y las críticas no tardaron en llegar.
Bajo tales circunstancias los ejecutivos de Twitch parecen haberse sentado a pensar unos minutos y descubierto que quizás se habían pasado de la raya con los cambios.
Twitch: Ctrl + Z
El viernes Twitch anunció que daba marcha atrás con los cambios realizados sobre los temas de desnudo artístico. El único espacio donde los desnudos continúan permitidos son los videojuegos.
La compañía se ha disculpado por la confusión creada y admitido, de cierta manera, que deberían haber calculado lo que iba a ocurrir.
Como nota adicional, cabe destacar que una de las preocupaciones más grandes durante estos días han sido los desnudos generados por inteligencia artificial. No solo por el nivel de realismo, sino por la posibilidad de involucrar la imagen de personas reales sin su consentimiento.
