Es posible que lo hayas abandonado, pero el siempre estuvo ahí, en caso de que por convicción, simpatía o error quisieras convertirlo en tu programa de navegación por defecto. Persistente y tenaz como ningún otro. Nuevas opciones para la navegación, más rápidas y con un diseño más interesantes, fueron quitándole poco a poco fragmentos de su reino. Finalmente, Microsoft decidió que Internet Explorer debía retirarse.
Gloria y caída
En 2004 IE alcanzó su punto más alto con una participación de mercado del 95%.
Sin embargo, casi una década después la situación había cambiado notablemente.
En 2012 Chrome se quedaba con el 25%, Firefox con el 22%, pero el IE mantenía su primera posición con un 34%.
En 2018 Chrome se quedaba con el 58% del mercado, Safari aparecía en segundo lugar con un 13%. Los demás se quedaban con las sobras. Para el IE esto era un 3%.
Actualmente el Explorer tiene apenas un 0,46% de participación. Pero su caída definitiva también está vinculada al surgimiento del Edge de Microsoft en 2015. Este nuevo navegador fue pensado como su reemplazo y se ha ganado el respeto de sus usuarios.
El mundo mobile
Un factor que puede considerarse clave es el crecimiento del mercado mobile. Con la preminencia de Android y iOS en los sistemas operativos también también creció el uso de Chrome y Safari. Ambas opciones preinstaladas en los dispositivos con dichos sistemas. Esta práctica ha sido cuestionada en varias oportunidades, pero Microsoft no es precisamente la empresa más adecuada para señalar a nadie.
La incursión de Microsoft en este mercado fue una interesante aventura, pero un notable fracaso.
El Edge
El reemplazante del Explorer ha conseguido ubicarse en tercer lugar en el mercado. Un 9,54% de participación puede no parecer mucho comparado con glorias pasadas, pero es notable dadas las actuales condiciones para la competencia.
