Hace un tiempo algunos usuarios comenzaron a notar que sus iPhones no funcionaban con la misma velocidad a la que estaban acostumbrados. Esto despertó sospechas y finalmente terminó en el descubrimiento de una serie de modificaciones en iOS que hacían que varios modelos trabajaran más lento.
La explicación oficial es que el cambio buscaba preservar la vida útil de las baterías de los dispositivos más viejos.
El problema es que Apple nunca informó de estos cambios de forma apropiada, y muchos creen que se realizan de forma previa al lanzamiento de nuevas versiones, para estimular el ciclo de renovación.
No sorprende que la compañía haya sido acusada de actuar en contra de los consumidores y una demanda de clase haya sido presentada. Lo más interesante es que la compañía ha decidido llegar a un acuerdo.
El pago
Apple abonará a cada cliente unos USD 25 por cada dispositivo afectado. Sin embargo la demanda ha establecido un máximo de USD 500 millones como compensación, por lo que si más de 20 millones de dispositivos son presentados el monto individual podría reducirse.
Un sitio web ha sido creado para que los poseedores de los modelos involucrados puedan exigir sus pagos. El iPhone 6, 6S, 6S Plus, el SE con iOS 10.2.1, el 7 y el 7 Plus con iOS 11.2 son los incluidos. El sitio también permite excluirse de la demanda, para aquellos que quieran impulsar su propia acción legal contra Apple.
Las disculpas
Apple ha reconocido que manejó mal los cambios realizados en los iPhones y que debió comunicarse con sus clientes. La empresa ha ofrecido reemplazos de batería a costo reducido y una opción para evitar las modificaciones de rendimiento. Aunque ha advertido que no resultar conveniente.
