Recientemente el acuerdo de cooperación entre iFixit y Samsung llegó a su fin. Kyle Wiens, CEO de la compañía de reparaciones, señaló que la culpa era de la empresa surcoreana que no estaba interesada en permitir las reparaciones a escala.
El ejecutivo apuntó que las partes distribuidas son caras y los dispositivos de Samsung siguen siendo difíciles de reparar. Además, las baterías de repuesto que iFixit había recibido siempre estuvieron pegadas a la pantalla del teléfono. Una práctica que Samsung no mantiene con otras empresas asociadas.
Sin embargo, es posible que las razones que hayan llevado a la ruptura sean aún más graves.
Otras tantas malas prácticas
Luego de anunciarse esta separación, nuevos datos sobre las exigencias de Samsung a los locales de reparación asociados se han dado a conocer. Todo esto gracias a la filtración del texto de los contratos.
La compañía le exige a los locales que les de los nombres, el identificador del teléfono, la información de contacto y los detalles de las quejas de los clientes que llevan sus teléfonos a reparar. También les pide que desarmen los dispositivos de los clientes que tengan reparaciones hechas con piezas de segunda mano o de terceros y que le notifiquen de forma inmediata. La compañía justifica esta exigencia apuntando que este modo de reparar los equipos va contra los acuerdos con el usuario establecidos al momento de la compra del producto.
En otras palabras, si has reparado tu equipo con una pieza que no te ha vendido la empresa de forma directa, Samsung quiere que sea inutilizado y luego que el local te denuncie. La única forma en la que esto podría ser peor es si demandaran que se hiciera frente a los ojos mismos del propietario.
