Seis años pasaron desde aquel primer bosquejo que realizara, allá por 2006, Jack Dorsey, y el reconocido servicio de los 140 caracteres llegó (casualmente) a los 140 millones de usuarios activos (la cantidad total superaría los 400 mil), con 340 millones de Tweets por día. Más de mil millones cada tres días, según se congratulan desde Twitter.
Sus tan distintivos 140 caracteres fueron en un principio motivo de suspicacias. Se pensaba que era demasiado poco como para que la iniciativa funcionara. La adición de los hashtags (marcas de temas específicos marcados con un signo de numeral #), y la posibilidad de citar a otra persona con el @, completaron el combo que ya era ganador, convirtiendo a Twitter en una de las dos principales redes sociales del mundo.
Valuada en 10 mil millones de dólares el año pasado, redoblando esfuerzos para capitalizarse mediante publicidad, ayudando a Barack Obama a ganar las elecciones en Estados Unidos, participando en las actuales elecciones Mexicanas, dándole una invaluable herramienta de propaganda a Hugo Chávez, recogiendo las esquirlas de los disturbios en Londres, revolucionando al mundo árabe con la renuncia de Hosni Mubarak, aterrizando con recuerdos de nuestra infancia de la mano de un tal Roberto Gómez Bolaños, o incluso llegando tarde (como todo el mundo, en este caso) a la muerte de algún líder Norcoreano, quién sabe adónde más nos hará llegar el vuelo del azulado pajarito.
