La Universidad de Berkely ha entrenado a una inteligencia artificial para que interprete los movimientos de los músculos del rostro y la garganta y reproduzca las palabras que les corresponden.
Literalmente, dejemos que nuestros músculos hablen.
Para este trabajo se utilizaron grabaciones de audio y grabaciones silenciosas producidas por los electrodos del sistema de detección.
La IA debía interpretar las grabaciones silenciosas para conseguir resultados similares a los encontrados en las de audio.
La electromiografía pemite registrar la actividad eléctrica producida por los músculos. El sistema no es perfecto, en realidad predice las palabras, realiza una estimación. Sin embargo ha logrado un gran nivel de acierto.
El trabajo puede ser consultado en este archivo.
Utilidad
Los investigadores han considerado varios usos y beneficios del sistema.
Puede emplearse junto a un dispositivo portatil con tecnología Bluetooth para que las personas puedan charlar por teléfono en silencio, sin molestar a aquellos que están a su alrededor. Solo es necesario hablar de una forma casi inaudible.
También puede ayudar a la comunicación en entornos en los que el ruido ambiente es demasiado fuerte y normalmente sería difícil distinguir lo que el usuario está diciendo.
Esta tecnología también podría ayudar a personas con problemas en el habla.
