MAR, 12 / JUL / 2022

Robots como seres humanos

Un reciente estudio revela que elemento impulsa a las personas a atribuirles pensamiento y emociones a los robots.

Puede sonar desalentador, pero todo está en nuestra mente. Un estudio publicado en la American Psycologial Association apunta que cuando los robots se involucran con las personas y muestran expresiones similares a las emociones humanas, las personas pueden pensar que son capaces de pensar o actuar de acuerdo a sus propias convicciones y deseos. En vez de simplemente responder a un programa.

El trabajo indaga en la relación entre las formas antropomórficas, el comportamiento que emula al ser humano y la atribución de pensamiento independiente a los robots. Según Agnieszka Wykowska, una de las autoras del estudio, la importancia de entender esta dinámica es cada vez más importante a medida que las IA van ocupando más espacio en nuestras vidas.

Ingeniero en Google afirma que IA ha alcanzado conciencia propia

El estudio

Para el estudio se realizaron varios experimentos con unos 119 participantes, que interactuarían con un robot. Antes y después de estos encuentros se les pidió calificar las actitudes de unos robots en varias imágenes, eligiendo entre las opciones motivación mecánica y motivación intencional.

Tres experimentos fueron realizados. En los primeros dos los investigadores controlaron las acciones del robot para que se mostrara afable y mantuviera contacto visual. Luego los participantes vieron un video con el robot, que fue programado para realiza expresiones faciales de tristeza, asombro y alegría. Durante el tercer experimentos los investigadores progamaron al robot para que simplemente actuara como una máquina al ver los videos. Las demostraciones de emociones fueron reemplazadas con un “bip” y movimientos repetitivos.

Los investigadores descubrieron que las personas que vieron los videos con el robot más humanizado eran más proclives a calificar las interacciones de los robots como intencionales antes que programadas.

Conclusiones

Esto indica que la forma en sí no es suficiente para que las personas le atribuyan a los robots capacidad de pensar y emocionarse. La clave está en el comportamiento.

El siguiente paso es examinar en que casos puede ser beneficioso establecer vínculos sociales con un robot.

Científicos quieren que las IA aprendan como los bebes

¡Comparte esta noticia!